Los billetes
Todo viaje comienza de la misma manera, una idea. Una idea de indole variada. Puede ser una idea de necesitar salir de algún sitio, puede ser una idea de querer hacer algo, salir con los amigos o visitar una nueva cultura y empaparte de ella (porque para visitar una cultura también tenemos los restaurantes internacionales).
Pues a mi me surgió una idea, la idea de irme un año a aprender italiano a cualquier sitio de Italia. La primera opción en mi cabeza fue Venecia, pero me echaron para atrás los precios abusivos y tal. Con lo cual pensé en Florencia, una ciudad magnifica, y asi redacté mi solicitud de Erasmus, poniendo los destinos en este orden: Florencia, Venecia, Roma, Pisa y Turín. Pues el caso es que me dieron Pisa y ahora estoy bastante satisfecho con el destino, la verdad.
Y la gran pregunta que todos os estaréis haciendo al llegar a este punto es "Ya sabemos eso ¿por qué escribe un post sobre esto?" La solución es simple, tengo los billetes encima de la mesa y al lado del ordenador. Con lo cual me estan mirando y remirando. Es un gran cambio ¿no?
Yo ya he dicho que soy de efecto retardado, que no me doy cuenta de las cosas hasta una semana despues de que pasen. Bueno, pues digamos que la beca Erasmus no es excepción y ahora es cuando empiezo a verle las orejas al lobo, aunque solo la puntita. Tener los billetes AFIRMA que me voy, no hay marcha atrás posible, que el día 31 voy a buscar piso y que vuelvo después unos días para solucionar todo y ya el día 23 a las 10:20 de la mañana sale mi avión a Pisa hasta Navidad que volveré como el turrón.
En fin.
Pues a mi me surgió una idea, la idea de irme un año a aprender italiano a cualquier sitio de Italia. La primera opción en mi cabeza fue Venecia, pero me echaron para atrás los precios abusivos y tal. Con lo cual pensé en Florencia, una ciudad magnifica, y asi redacté mi solicitud de Erasmus, poniendo los destinos en este orden: Florencia, Venecia, Roma, Pisa y Turín. Pues el caso es que me dieron Pisa y ahora estoy bastante satisfecho con el destino, la verdad.
Y la gran pregunta que todos os estaréis haciendo al llegar a este punto es "Ya sabemos eso ¿por qué escribe un post sobre esto?" La solución es simple, tengo los billetes encima de la mesa y al lado del ordenador. Con lo cual me estan mirando y remirando. Es un gran cambio ¿no?
Yo ya he dicho que soy de efecto retardado, que no me doy cuenta de las cosas hasta una semana despues de que pasen. Bueno, pues digamos que la beca Erasmus no es excepción y ahora es cuando empiezo a verle las orejas al lobo, aunque solo la puntita. Tener los billetes AFIRMA que me voy, no hay marcha atrás posible, que el día 31 voy a buscar piso y que vuelvo después unos días para solucionar todo y ya el día 23 a las 10:20 de la mañana sale mi avión a Pisa hasta Navidad que volveré como el turrón.
En fin.
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